El proyecto que Sports & Landscape ha llevado a cabo en Vilanova de l’Aguda, en Lleida, es probablemente uno de los más pequeños de los últimos años, pero también es el que más nos enorgullece. Es el mejor ejemplo que podíamos ejecutar para la creación de un impacto positivo en la comunidad, siguiendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. En este caso, no se trata sólo del impacto positivo medioambiental, es también un impacto social.

Hace dos años al equipo de fútbol de Vilanova de l’Aguda le dedicaron una atención mediática poco habitual por ser un club tan pequeño, concretamente un club de un pueblo de sólo 60 habitantes. Sin embargo, celebró su 40 aniversario con el orgullo de haber podido mantener durante toda su historia un equipo de fútbol federado en la territorial leridana, haciendo frente a equipos de municipios con más de 1.000 habitantes e incluso a capitales de comarca de 12.000.

Gracias al buen ambiente de este club nunca les han faltado jugadores, y eso que el pueblo pierde habitantes. Hasta ahora, otro problema era el campo en el que entrenaban y jugaban: un campo de tierra, que cada quince días, antes del partido, un campesino tenía que preparar con su tractor arriba y abajo.

Los campesinos se han liberado ahora de esta labor y ya pueden volver a los campos de cultivo. Porque el campo de fútbol de la Unión Deportiva de Vilanova de l’Aguda cuenta ya con césped artificial gracias a Sports & Landscape.

La obra ha incluido la instalación de una lámina geotextil impermeable, y sobre ésta rellenos de arena y caucho y césped artificial reutilizados de otro campo, reduciendo así la huella ambiental y cerrando el círculo de la economía circular. Pero, sobre todo, creando impacto social positivo.

“Hace dos años vi un reportaje en televisión sobre este histórico club de fútbol -comenta el fundador de Sports & Landscape, Ignasi Senabre-, y pensé que este equipo debía poder disfrutar del fútbol sobre césped artificial, que lo merecía, por su espíritu, el buen ambiente, la solidaridad de los campesinos. Dicho y hecho, nos pusimos en contacto con ellos y hemos podido llevar a cabo un proyecto de bajo presupuesto en beneficio de este equipo reutilizando el césped artificial que hemos desinstalado de otro campo. Nos alegra mucho contribuir a que el equipo de Vilanova pueda seguir jugando al fútbol, ​​y estamos orgullosos de hacerlo además con un proyecto de economía circular”.